Inclinó a viejos gays follando la institutriz sobre la mesa de café
Un extranjero contrató viejos gays follando a una joven, Anita, para que actuara como institutriz. En cambio, el holgazán se sentó en las redes sociales, escuchó música, ignoró el trabajo y esperaba que le pagaran. El dueño, al regresar a casa, se quedó atónito: la cama estaba extendida, los calcetines olían en la esquina, las cosas estaban esparcidas por todos lados. El idiota sin ceremonias agarró a la perra por el cuello y se inclinó sobre la mesa de café con cáncer. Al principio, el hombre tenía el deseo de azotar al diablo desordenado, pero luego las fantasías cruzaron la línea permitida. El excéntrico ató las manos de la pequeña, decidiendo abusar de la puta, deshonrando su coño jodido. ¿El sexo forzado será un castigo o es un pasatiempo normal para las chicas rusas?