Se videosponogay folla a un prisionero
La chica inocente y cool Tori Black estuvo cerrada durante mucho tiempo, fue acusada de contrabando, y ahora la prisión de máxima seguridad se ha convertido en su hogar, y el uniforme naranja es su ropa favorita. La cama de la celda no es la más blanda, el empujón tampoco es del tamaño de la silla de montar, y el hombre no alcanza para poder apuñalar a la perra en cualquier momento, en cuanto le pique. Desde hace diecinueve años una prisionera trabaja en un cuartito, ha aprendido a manejar un negocio penitenciario y, gracias a sus ganancias, recibe todo lo que quiere con la entrega de libros. Cansada de la soledad, Tori Black ha pedido un miembro de goma durante mucho tiempo, que no es tan caliente como un club de hombres, pero igual de duro, elástico, largo. Puedes estar satisfecho con ellos hasta el final de tus días y no preocuparte por nada más que un registro de la habitación y un registro personal, que al jefe de la prisión le gusta organizar. El guardia de seguridad negro pilla a la chica con las manos en la masa, le saca un consolador clavado en su culo y, con maldiciones abusivas, lleva a la traviesa hacia el jefe, quien simplemente no le da una palmada en la cabeza por tales descuidos. El padrino no solo obliga a la prisionera Mademoiselle Tori Black a martillar su depravado frontal con un imitador de pene, sino que además limpia sin autorización esas amígdalas con su propiedad, folla y suelta una semilla de amor en un rostro que está a punto de videosponogay estallar en lágrimas por recuerdos pasados de libertad.