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Tim estaba en el hospital. Cuando Kate fue a verlo, estaba dormido. Decidida a sorprenderlo, la niña se quitó la ropa interior y se acostó a su lado, fingiendo estar dormida. Pronto Tim se despertó y se sorprendió al descubrir que no estaba solo. El chico encantado le quitó suavemente las bragas a Kate y comenzó a lamer su raja. Al ver que la niña no se despertaba, Tim se volvió más atrevido. Con una mano comenzó a masturbarse y con la otra acariciaba el clítoris de la niña. Cuando su raja se mojó, el joven, sin una punzada de conciencia, clavó su estaca en ella. Sabía que Kate ya no dormía, pero el juego empezó a divertirlos a ambos. Después de arrancar a su amada y acabar con ella en el culo, Tim se dio cuenta de que ya no quería estar enfermo; después de todo, Kate le estaba esperando en casa. hot gay porno