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Kat Dior vivía bajo el mismo techo que el elegido, que tenía un Ferrari raro de un modelo exclusivo en su garaje. El khakhal amaba su auto más que la niña y ni siquiera dejó que su mejor amigo la tocara con las manos. El propietario de un automóvil de lujo se sentó durante horas en el garaje, puliendo una exhibición de carreras roja con trapos, y por la noche, debido al cansancio, no quería follar a su pareja con calidad. La puta tetona no podía limitarse a tres minutos, porque una fuente de lubricación vaginal burbujeaba dentro de ella, lista para estallar como un géiser si la picaban por el culo durante mucho tiempo. El aspersor nunca le soltó la gorra mientras vivía con un hombre rico, por lo que comenzó a hombre follado por caballo molestar a su linda amiga, que a veces venía a ver a una amiga para ver deportes. Una vez que el invitado se quedó cara a cara con una FIFA insatisfecha, el tiempo para el sexo fue de solo quince minutos, y hubo que gastarlo de una manera bastante agresiva.